Comunicación con ocasión de la llegada del mes de Ashura 1433 (2011)

29/11/11

Bismi Ta'ala

Las alabanzas sean para Allah Señor de los universos, y sus Bendicones sean sobre el Mensajero Muhammad, su familia purificada y sobre todos aquellos que se esfuerzan en seguir el Camino Recto. La maldición caiga sobre quienes los oprimen, pues son la raíz del árbol de la perversidad.

As Salamu 'alaikum ua Rahmatullah:

Llegó el mes de Muharram, cuyo nombre retumba en los corazones de los creyentes avivando una llama siempre latente de nostalgia y amor por la Gente de la Casa, que se estremecen por su agonía, acallada por muchos y socorrida por pocos.

Llego el mes de Muharram y con él ‘Ashura, y con este día la luz de su mensaje, que lejos de debilitarse destella cada año con más fuerza hasta alcanzar revivir en nuestras mentes la amargura de la traición, del abandono, la sed y el clamor de la santa familia del Profeta, ahogados con la muerte y la humillación del destierro.

Porque las lágrimas derramadas con el fin de ahogar nuestro desconsuelo, no son meras emociones motivadas por el recuerdo de un simple hecho histórico, sino que brotan del sentir como propio cada golpe de espada que el Imam y su familia recibieron.

Dijo el Imam Ar-Rida (P)

“Cuando llegaba el mes de Muharram a mi padre no se lo veía sonriente y lo invadía la tristeza y la pena constantemente hasta el día décimo. Cuando llegaba el Día de ‘Ashûra’, ese día era un día de desgracia, tristeza y llanto para él, y decía: “Hoy es el día en que Husein -la paz sea con él- fue martirizado”.

El mes de Muharram es un mes de luto y tristeza, pero en sí hay algo que celebrar. No es el comienzo de un nuevo año islámico, ni mucho menos las mentiras inventadas por los omeyas y sus esbirros -que Allah los confunda y maldiga- para intentar encubrir con una falsa sacralidad la ignominia de su crimen en el día de ‘Ashura. En Muharram, en ‘Ashura, sí tenemos que celebrar, íntimamente; tenemos que celebrar que gracias al gesto de Imam Husein (P) y al de sus 72 familiares y compañeros, el Islam, el Islam de Muhammad (PBd), ha llegado hasta nuestros días y no fue destruido por el “islam” de Yazid ibn Muawiah ibn Abu Sufián -que Allah los maldiga-.

El martirio de Imam Husein (P) fue realmente su victoria, la victoria del Islam sobre la tiranía, la corrupción y la falsedad.

«Entre los creyentes hay hombres que cumplieron lo que habían pactado con Dios; los hay que han sacrificado sus vidas para cumplir su promesa, y otros que están esperando morir sin haber violado su pacto en lo más mínimo».

(Corán: Al-Ahzab, 23)

Han pasado 1.372 años, y cada año conmemoramos esta fecha con nuestro luto y dolor como si lo acontecido en Karbalá el 10 de Muharram del años 61 de la Égira hubiera ocurrido ayer mismo. Y ese luto es al mismo tiempo nuestra celebración. Nuestras lágrimas de dolor por el martirio de Iamam Husein (P) y sus familiares y compañeros, lo son también por la alegría de su victoria, por la victoria del Islam.

Han pasado 1.372 años, y los yazides, muawiyas y sufianes también tienen sus herederos, que al igual que entonces quieren destruir el Islam y sustituirlo por su “islam” de corrupción y opresión. ¡Estemos atentos!, y llegado el caso, sepamos comportarnos como los compañeros de Imam Husein (P).

* * *

Tu nombre es Husein

Si la tierra se ha llenado con tu sangre
¿cómo no llenar nuestras mejillas con lágrimas?.

Si has dado tu vida por nosotros
¿cómo no dar la nuestra en tu recuerdo?.

Si te han golpeado en tierra
¿cómo no golpear nuestros pechos enlutados?.

Siendo quien has sido y aun así te mataron
¿qué importancia tienen quienes estamos aún vivos?.

Claro de luna de los que te aman,
descanso de los oprimidos.

Luz guiadora de los perdidos de esperanza,
certeza de los pacientes, intercesión esperada.

Hijo de noble, nieto de Perfecto,
retoño de la Dama, Señora de las Damas.

Tu nombre transciende el tiempo
y se ha grabado en la tierra yerma.

Tu nombre es el recuerdo inmutable
que se ha sellado en los corazones.

Tu nombre está escrito en los cielos
con letras de sangre pura y eterna.

Señor de los Mártires, Señor de la Libertad,
antorcha sublime, esperanza de la dignidad.

¡Hussein es tu nombre!.

(Poesía escrita por el hermano Galeb Mousa).

Alabado sea Allah al principio y al final.

29 de noviembre de 2011 – 1 de muharram de 1433

El Consejo Rector.